El ideal del Cielo de Dios, que Él intentó alcanzar centrado en la familia de Adán, no se realizó debido a su caída. Ellos formaron una pareja falsa y una familia falsa que nada tenían que ver con la bendición de Dios, y transmitieron una vida falsa y un linaje de sangre falsa a sus descendientes. En su lugar como enemigo, Satanás dejó un resentimiento contra Dios por haber cambiado su linaje. De esta manera, perdieron a Dios y no pudieron construir un templo para servirle. Desde entonces, la humanidad ha continuado involucrándose en conflictos y disputas y cometiendo pecados, sin saber que son hermanos y hermanas que sirven a Dios.